El oficial Juan Pablo Roldán, de 33 años, murió en el Sanatorio Mater Dei, situado a unos 50 metros de donde ocurrió el hecho, y adonde había sido trasladado de urgencia. Falleció como consecuencia de las graves lesiones que sufrió tras haber recibido al menos cuatro puñaladas a la altura del corazón. El uniformado, ya malherido, llegó a repeler la agresión con al menos un disparo de arma de fuego. Su atacante, que sería una persona en situación de indigencia que estaba provocando amenazas en la zona, fue alcanzado por un proyectil en una pierna; está internado, en calidad de detenido, en el hospital Fernández.

Testigos explicaron que Roza (el atacante y ahora asesino) ya había intentado atacar a otros policías a un par de cuadras, más precisamente en las dependencias de la Policía Montada. Poco después, apuñaló y mató a Roldán.

Fuente: La Nación